viernes, 24 de julio de 2009

jueves, 16 de julio de 2009

No perdamos las tradiciones

Es una lástima ver como a nuestro alrededor se van desmoronando actividades y eventos con una larga trayectoria como son las Bodas de Oro y Diamantes de Caja Navarra, la que ininterrumpidamente se iban realizando en el mes de junio desde hace mucho tiempo. Por mi trabajo, llevo más de 10 años recogiendo estas grandes fiestas para las televisiones locales, dónde quienes celebraban sus 50 y sus 75 años de matrimonio, lo disfrutan de una forma especial, siendo por su edad, un acto muy importante para ellos, en la Iglesia… y después la celebración junto a sus familiares y gran número de jubilados, en este caso de Buñuel, Ribaforada, Fustiñana, Cabanillas y Cortes, que allí acudían, así como las autoridades invitadas tanto del Gobierno de Navarra como los Alcaldes de las localidades que allí se congregan, el motivo de todo ello… hacer una fiesta aniversario a aquellos jubilados que cobran su pensión por ésta entidad. Puede haber diferentes criterios a la hora de valorar estos eventos, pero los dejamos de lado, ya que me debo poner en la postura de los matrimonios que desde el año pasado estaban esperando esta fiesta, avisando a sus hijos y nietos para que dejaran en su agenda libre ese día.

Por casualidad, a mis padres les tocaba este año, y es por ello, y por todos los que me lo han comentado por lo que me he decidido a escribir. Tenemos por sabido, que a una empresa privada, no se le puede exigir nada, son libres de cortar y recortar lo que decidan en sus comisiones. Eso sí, cómo siempre dice el buen amigo; desdichado el pueblo que pierde sus tradiciones, esperemos sea un pequeño parón, pero continúe en años posteriores. Un recuerdo a todos esos matrimonios que celebran esas bodas de oro y diamante y en especial mis padres que han sentido mucho esta situación

Creo que hay que pensar un poco más en nuestros mayores, también creo que se debe intentar anteponer los sentimientos ante el marketing y saber las consecuencias “simplemente emocionales”, que un recorte de estas características puede llegar a suponer.

Suponemos que todo se llama “crisis”, bueno… una más para estos matrimonios de Bodas de Oro y Diamante que superarán.

Felicidades por vuestros 50 y 75 años de matrimonio y en especial a mis padres Ángel e Isabel

Isabel Litago

 

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